Cómo moverse por Pekín

El metro es la forma más rápida de desplazamiento, pues llega prácticamente a todos los lugares turísticos de la ciudad. La red consta de dos líneas más el City Rail o Línea 13, cuya utilización supone una tarifa superior. Los carteles de información suelen estar escritos en inglés.

El autobús es una de las fórmulas más baratas, pero se considera un medio de transporte muy lento, especialmente en hora punta. El horario suele estar en chino, por lo que lo mejor es preguntar en nuestro hotel.

La bicicleta y la motocicleta son dos de los medios de transporte preferidos por los habitantes de Pekín. Existen muchas oficinas de alquiler a lo largo y ancho de la ciudad, pero sólo debemos alquilar si tenemos experiencia a la hora de conducir en ciudades con mucho tráfico.

El taxi, en cambio, es uno de los medios de transporte más caros, aunque los precios nunca serán tan desorbitados como en Occidente. Los taxistas no suelen hablar en idioma inglés, por lo que es conveniente llevar apuntado el lugar al que nos dirigimos en chino.

Antes de subirnos al taxi debemos comprobar que lleva taxímetro, pues esto quiere decir que se trata de un taxi oficial. Estamos obligados a pagar sólo lo que marque el taxímetro, sin ningún extra añadido. Existen, sin embargo, taxis con diferentes tarifas. A mayor tamaño del vehículo, más tendremos que pagar. Además, también deberemos tener en cuenta que los taxis en Pekín no tienen un único color establecido. Los rojos suelen ser los más fiables.